“En
nuestro mundo hay dos tipos de cosas: las que son iguales y las que son únicas.
Y este libro está dedicado a las cosas que son únicas. Y a todos los niños y
niñas que las descubren constantemente.
Pero
este libro además está dedicado a todos los perros del mundo. Porque siempre
tratan de contarnos cosas, aunque a veces nosotros no sepamos escucharlos.
Y
también a mi pueblo Albons, un lugar increíble en el que cualquier cosa es
posible cuando eres un niño… ¡O una niña!”
Lolita Bosch (autora
del libro)
“Edebé me ha publicado un libro precioso, ilustrado por Noemí Villamuza.
Se llama “Los amigos de Art” y lo han editado en Castellano y Catalán. Son
historias de varios niños del mundo que se inventan un arte por necesidad”. Qué
más se podría añadir a las emotivas palabras de su autora.
Que
consta de 11 pequeñas historias maravillosas, que siempre empiezan así…
“Cuando yo era pequeña vivía en un pueblo
pequeño. Y en mi pueblo pequeño los niños y las niñas pasábamos las horas
escuchando las historias que nos contaba nuestro amigo Art. Art no sabía ni
leer ni escribir. Pero por las tardes, en nuestro pueblo pequeño, cerraba los
ojos como si echara la siesta y recordaba a los amigos que alguna vez había
tenido, había imaginado, o se había inventado. Y entonces nos contaba sus
vidas…”
O que
con este libro podemos viajar de la mano
de Art y sus amigos a Marruecos, Madagascar, Chechenia o la selva.
A
Japón, al mundo de los árboles y al mundo de las flores, a Ciudad del Cabo o a
las montañas mexicanas de Oaxaca.
Abrir
este libro es conocer historias llenas de juegos de palabras y nombres no tan
imposibles si te fijas bien. Es un libro más que para leerlo, para que te lo
lean.
“-Ahora que ha vuelto el
sol, y que podemos volver a pescar y a ganar dinero, ¿ya no nos reuniremos por
las tardes a contarnos cuentos? –preguntó el jefe de los pescadores, un poco
triste.
-Tiene
razón -dijo una niña-. Está muy bien que haya amainado la tormenta, pero era
muy bonito contarnos un cuento cada tarde…
-Sí,
a mí me gusta mucho –gritó un niño.
-¡Lithar
Athu Ura! ¡Lithar Athu Ura! –Clamaron los pescadores -¿Cómo se termina el
cuento de la mil y una noches que investaste? ¿Nunca más se vuelven a contar
cuentos?
-¡Claro
que sí! –exclamó el niño -¿O acaso pensáis que ahora podríais dejar de hacerlo?
¿Acaso no os habéis divertido?...
Y
a partir de aquel día, al regresar del mar, los pescadores, las familias y
Lithar Athu Ura se reunían en la cooperativa a contarse cuentos. Y muy pronto
la noticia se supo en toda la comarca y la gente de los pueblos vecinos se
acercaba a escuchar los cuentos que contaban las familias, los pescadores y
Lithar Athu Ura. Y les gustaban tanto, pero tanto, tanto, que los escribían
para leérselos a sus familias cuando volvían a cas.
Y
así, y sólo así, fue como se inventaron los libros.”
Sacado
de una de sus historias “Lithar Athur Ura y los cuentos de las mil y una
noches”.
Pincha aquí y verás la presentación que hizo la editorial del libro.
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