Crear
historias que se puedan contar con menos de 72 palabras. Cada historia debe estar dividida en tres
partes, planteamiento, nudo y desenlace. Hasta aquí todo normal.
Es
a la hora de construir el libro donde está la diferencia. Se trata de, una vez
plastificado y encuadernado, cortar cada una de las partes.
Así
podremos leer miles de historias y encontrarnos con un libro diferente cada vez
que abramos sus páginas.
Esto
son los ganadores, uno de cada clase. El resultado ha sido un libro divertido y
emocionante. También se puede jugar con las historias.
¡ENHORABUENA
A TOD@s!
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